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Del 17 de diciembre de 2022 al 31 de enero de 2023



¿DE QUIÉN ES EL LENGUAJE?
C
UATRO NOTAS AL PIE SOBRE UN VÍDEO DE AMANDA BAGGS

Una exposición de Manu Blázquez, Fermín Jiménez Landa, Xisco Mensua y Luisa Pastor, comisariada por Pilar Ortí del Toro

Es solo cuando escribo algo en tu lenguaje, que tú te refieres a mí como alguien que se comunica (…) Amanda Baggs

Aquellos que eran vistos bailando, eran considerados locos por quienes no podían escuchar la música. Henri Bergson (más o menos)

Con poquísimo tiempo para reaccionar una serie de artistas fueron invitados a ver el conocido y polémico vídeo In My Language de Amanda o Amelia Baggs, que a los dos nombres responde. Tenían que producir alguna obra, o rebuscar entre lo ya hecho para contestar, apostillar o aplaudir la compleja pregunta que ella nos formula o, quizá mejor, la denuncia que meridianamente hace: ¿de quién es el lenguaje? ¿por qué unas formas de acercamiento o participación en el mundo (las vuestras) sirven y las mías no? ¿no soy también acaso un ser pensante?

No todos los artistas resistieron el envite, la falta de tiempo o la lejanía del asunto se lo ponía difícil; unos se quedaron y algún otro osado se sumó a última hora. Siguieron quizá los más insensatos, los más imprudentes, los más ocurrentes o los más cumplidores. O aquellos que desde su trabajo, cuestionan lo canónico, lo normativo, los discursos dominantes. O los que simplemente alguna vez se han sentido incomprendidos o extraños o extrañados ante el mundo. No lo sé, no importa, era simplemente una invitación, y hubo cuatro que amablemente y con ingenio se pusieron a trabajar e hicieron realidad este proyecto.

Manu Blázquez: Linia d’argento, 2022. Aguafuertes P/A, 16 x 25 cm

Manu Blázquez puso a oscilar las reglas que ponían orden a su sistema creativo. La escuadra y el cartabón como un reloj de cuco. El orden inestable. Y al aire de un ventilador inventó un nuevo cinematógrafo. Prodigio de un mundo que busca nuevas semejanzas. Fermín Jiménez Landa puso una máquina a escuchar a un poeta, Miguel Hernández, a una pintora, Frida Kahlo, y a un viejo dios altanero y esquivo, Don Ramón de las barbas de chivo —como llamaba a Valle-Inclán, Rubén Darío—. Y la máquina le contó a él lo que de aquello sabía, y él a nosotros. Y el discurso, que se soñaba cierto, que deseaba ser reproducido fielmente, se fue adaptando. Fue siendo otra cosa. A lo mejor más de cada uno. A lo mejor de nadie, a lo mejor de todos. O solo un sinsentido. Y Luisa Pastor que va y construye, a partir de libros de contabilidad frágiles arquitecturas de papel, geometrías insensatas, de una escritura ilegible, (como ella nos dice que dijo Roland Barthes). Transformación poética, de lo contable, de lo mensurable de lo práctico, hacia lo inútil. (Como si lo inútil no sirviera para nada). A Xisco Mensua en la escolar pizarra y con el volátil saber de la tiza, todo lo dicho se le va disolviendo. Un frase escrita, una frase borrada. Un frase escrita, una frase borrada. Y así parece que al saber se lo lleva el tiempo (o a las palabras el viento). Y lo que nos dijeron, y dijimos, que es de su autor y tuyo y mío, de todos y de nadie, será vuelto a decir, para no olvidarlo, para tenerlo «en cuenta», diríamos en este mundo-mercado. Como una fotografía que se hace contra el tiempo. Y luego nos enseña cuatro dibujos, cuatro bailarinas en una postura excéntrica, un cuerpo deslavazado, un lenguaje propio. A la cita atribuida a Bergson que encabeza este texto me remito: Aquellos que eran vistos bailando…

Luisa Pastor: Trazos #1 y #2, 2022, deconstrucción de hojas de contabilidad manuscritas de 1895, sobre papel «Museum” Ultra Smooth Mate 310 gr, 43 x 31 cm

Todos, yo creo, han ido discutiendo poéticamente lo canónico, lo dominante y lo normativo, que en los cuerpos, en el conocimiento, en el lenguaje es necesario cuestionar. «La normalidad es el problema» hubiera podido ser un subtítulo de este proyecto. Afortunadamente el lenguaje del arte contemporáneo, que a menudo es entendido como distante de «lo real», trabaja para abrir nuevos caminos en la expresión, la comprensión o la comunicación. Por eso ¿De quién es el lenguaje? se prolongará en el escaparate de la galería, como espacio de apertura entre el arte y la vida, donde iremos exponiendo el resultado de las sucesivas relecturas que de las obras de Manu Blázquez, Fermín Jiménez Landa, Xisco Mensua y Luisa Pastor vayan haciendo otros, que pertenecen a un colectivo agrupado injustamente en torno al discutible concepto de «diversidad funcional». Exactamente igual que ellos reaccionaron al vídeo de Amanda Baggs. Cerramos así un círculo, o más bien simplemente seguiremos transitando el infinito camino de libertad que los borrosos límites del lenguaje del arte abren para una comprensión diversa del mundo.

Fermín Jiménez Landa: El esposo soldado, El telar y la alondra, Bocabúdica, 2022. Rotulador sobre papel Fabriano Tiziano 160 gr, 50 x 65 cm 

Amanda Baggs formulaba su pregunta desde la extrañeza y la discriminación que puede sentir alguien diagnosticado de autismo, pero su cuestionamiento radical es algo que nos incumbe a todos. Maurice Blanchot lo decía con la claridad poética que le era habitual:

El lenguaje, en el mundo, es, por excelencia, poder. El que habla es el poderoso y el violento. Nombrar es esta violencia que aparta lo que está nombrado para tenerlo bajo la forma cómoda de un nombre.

Xisco Mensua: Nadie puede saber como es la noche, 2022. Edición 1/3 + P/A. Políptico de 21 piezas de 30 x 22 cm c. u.

Fotos de sala: Raúl Belinchón

CV Manu Blázquez CV Fermín Jiménez Landa

CV Xisco Mensua CV Luisa Pastor